Un tiro que sirvió para pasar de ronda en los Playoffs y con el que Michael firmó 44 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias. A pesar de promediar 32,6 puntos por partido, 6,7 rebotes, 5,5 asistencias y 2,8 robos en la temporada 1992-1993 , Jordan entregó el trofeo de Jugador Más Valioso de la NBA a Charles Barkley . Con el equipo dirigido por Dean Smith , fue elegido mejor jugador del año de la Atlantic Coast Conference con una media de 13,4 puntos por partido. La popularidad del equipo se ha mantenido, sobre todo ahora que forma parte de la moda urbana más deportiva. Sin embargo, el segundo partido de la serie, disputado sobre el particular parqué del Boston Garden, pasó a la historia del baloncesto como el día en que la magia de Jordan hipnotizó al mundo, incluida la estrella de aquellos imparables Celtics. En esa final, ante los chicos del Georgetown Hoyas, donde militaba el gigante Patrick Ewing, conquistó la NCAA elevándose sobre el parqué a escasos segundos del final para anotar dos puntos en suspensión. Sin embargo, perderían en el decisivo partido por un margen de 21 puntos.
En estas finales Kobe mostró un gran nivel de juego tanto ofensiva como defensivamente y cometió solo algunos errores en el tercer partido de la serie, que fue el único que perdió su equipo. Charles Barkley llegó a Phoenix en el verano del 92, para ganar inmediatamente su primer y único MVP y llevar a los Suns a las Finales (cediendo ante el poderío de los Bulls). Al final de la liga regular, Chicago consiguió clasificarse para los Playofffs a pesar del desastroso récord de 30-52 de aquella temporada. A pesar del palo que fue para él tener que jugar en el equipo “B” del instituto, allí disfrutó de muchos minutos y pudo pulir su juego, convirtiéndose en el líder de aquel varsity team. La temporada siguiente, durante un partido de la liga regular, Craig Elho volvió a defender al escolta de Chicago y asisitió, de nuevo en primera persona, a la consecución del mejor registro anotador y reboteador de la carrera de Michael: 69 puntos y 18 rebotes. El ala-pívot Thaddeus Young aportó 20 puntos como líder anotador de los Pacers de Indiana, camiseta jordan bulls que derrotaron 107-97 a los Kings de Sacramento. Stacy King, pívot suplente de los Bulls dijo: “siempre recordaré esa noche en la que Mike y yo nos compenetramos para meter 70 puntos entre ambos”.
La diferencia de puntos en el marcador también empate el mayor de la liga que estaba en poder de los SuperSonics de Seattle cuando el 6 de diciembre de 1986 ganaron por 136-80 a los Rockets de Houston. Utah Jazz: todos recuerdan que llegaron a la final contra Jordan y los Bulls en el 98. Ese equipo liderado por Karl Malone y John Stockton fue icónico, camiseta michael jordan bulls al igual que su camiseta retro. Ricky Rubio vivió una de sus mejores noches desde que viste la camiseta de los Jazz y se convirtió en el líder que el equipo de Utah necesitaba para poner una nueva victoria en su casillero. El nombre de Indiana Pacers aparece con una forma circular en la parte frontal de la camiseta. EE.UU ganó el oro contra la España de Iturriaga y Romay de forma contundente (95-65) y sin ceder un solo partido. Ya sea que esté jugando un partido por la noche o vistiéndose para el próximo duelo de su equipo favorito, esta camiseta se puede usar todos los días. Bien supo anticiparse a este duelo de colosos Magic Johnson, restándole una única unidad para sellar su inolvidable ‘32’ a la espalda.
En 1992 los Bulls repiten hazaña y Jordan vuelve a demostrar su grandeza con una actuación para la posteridad. En la final se enfrentaron a los Lakers del mítico Magic Johnson venciendo en 5 partidos y acabando la fase final con un espectacular 15-2. Michael Jordan lloró bañado en champán y entre los gritos de celebración de sus compañeros. En su año ‘sophomore’ logró que los técnicos del Este le incluyeran en la lista de 12 jugadores que disputarían el All-Star en el Cowboys Stadium de Dallas. En 1984, cuando todavía era universitario tuvo la oportunidad de disputar los Juegos Olímpicos de Los Ángeles con la selección de su país, ya que en aquella época no iban jugadores profesionales. El puesto, en una plantilla cerrada con jugadores mayores que él, lo ocupó Leroy Smith, un pívot más alto y fuerte que un Jordan que esperó a verano para dar el estirón: creció 10 centímetros y la siguiente temporada no solo se hizo un hueco, sino que se convirtió en el mejor jugador del equipo. Washington presumía de tener al jugador más alto de la liga, el pívot Mureşan, a dos aleros atléticos como Howard y Webber, y a uno de los mejores bases de la liga, Rod Strickland.
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